El racó de la gralla es un hermoso
enclave que, visitado en época de lluvias, se convierte en un
espectáculo donde el agua, la orografía, la flora y el paisaje se
combinan de tal manera que se convierte en un experiencia
excursionista de primer orden que no se debe perder ningún amante
del senderismo.
Se encuentra en el término de Roquetes
y para llegar allí hay que salir de ésta población en dirección
als Regers y girar a la izquierda en el cruce que reza Monte Caro.
Continuamos hasta cruzar el inútil canal Xerta-Ulldecona y giramos
en la primera entrada a la izquierda en dirección La Caramella,
hasta llegar a la Casa Carvallo, donde dejaremos el coche.
Saldremos por el sendero que se dibuja
detrás de la casa y cruzaremos el arroyo que configura el barranco
de la Caramella siguiendo un claro sendero que se pierde algunas
veces, pero que sigues sin problemas gracias a sus marcas rojas.
Nos encontraremos con una ascensión
bastante exijente por su desnivel, pero muy amena, donde podemos
observar varios paisajes panorámicos preciosos según vayamos
ascendiendo y tomando altura. Paraje apto para la observacion de
cabras hispánicas muy abundantes por ésta zona.
Al terminar la ascensión nos
encontramos con el arroyo que recoge toda el agua del Racó de la
Gralla, que baja diseñando varias piscinas naturales a cual mas
bonita.
Al cruzarlo nos encontraremos con una
marcas que nos guian a la derecha o la izquierda. Nosotros de momento
iremos a la derecha para visitar el mirador de la Cua De Cavall de
la Caramella, excelente atalaya que nos invita a contemplar parte de
la hermosura del paraje que nos rodea, con el barranco de la
caramella a nuestros pies, donde se podemos admirar, a vista de
pájaro, la sucesion de piscinas que forman este bellísimo
barranco.Al frente queda a nuestra vista “Els forats de Roquetes o
de la Caramella” una curiosísima formacion rocosa con varias
oquedades con una morfologia singularmente bonita.
Volveremos sobre nuestros pasos hasta
el cruce anterior y, ahora sí, nos dirigiremos por la izquierda por
un claro sendero de poco más de cien metros que nos conducirá hasta
el imponente Salt del Racó de la Gralla. Preciosa caida de agua en
rampa de considerables dimensiones y bastante altura, donde el
líquido elemento ha configurado un paraje de frondosidad supina y
belleza extrema que invita a sentarte entre la hierba y a disfrutar
del momento con los cinco sentidos.
Volveremos por el mismo sendero con la
sensación de que hemos descubierto algo muy valioso y que tenemos
que proteger a cualquier precio. No en vano ésta zona del Port es
una de la más bonita de todo el macizo y es de un valor
incalculable.
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