AGUJAS DE SANTA AGUEDA- Cresteo de las agujas desde la aguja sur hasta el collado norte
LAS AGUJAS DE SANTA ÁGUEDA
Cuando llegamos a Benicàssim en
dirección a Castellón y miramos a la derecha a la altura de ésta
ciudad turística, nos encontramos con una sucesión de picos de
color rojo que asemejan un montón de enormes bloques de roca como
amontonados de cualquier manera de aquí para allá y de allá para
acá.
Si no somos los que conducimos y nos
fijamos bien, podemos advertir que parece el resultado de una
batalla ciclópea entre antiguos y todopoderosos dioses que se
dedicaron a echarse y a amontonar infinidad de enormes bloques de
roja roca áspera y pesada que acabaron dando lugar a un paisaje
esperpéntico, duro, difícil, hermoso, muy curioso y tremendamente
complicado de describir (yo he echo lo que he podido).
Eso son las llamadas Agujas de Santa
Águeda.
Para mí es uno de las cresterías
(conjunto de crestas de montaña) más complicadas y, al mismo
tiempo, más interesantes que he tenido el privilegio de hacer sin
guía. Y eso es un aviso para navegantes.
Parkin y aguja de Salandó al fondo
Camino por el que nos acercaremos a la cresta
La primera aguja (la del Salandó) es
la que soporta el primer tramo de la carretera que recorre todo el
hermoso y místico parque natural del Desierto de las Palmas y que
acaba, o comienza mejor dicho, en la ermita de la Magdalena, ya en
Castellón de la Plana.
La aguja está separada de las demás
por el barranco de la Comba y normalmente no entra en el recorrido.
Es de forma piramidal con una altura de casi 400m. y es una excelente
pista de pruebas para adentrarse en el atractivo y duro mundo de la
progresión en crestas de montaña, muy en boga en estos tiempos y
que se está convirtiendo en otra especialidad del montañísmo, con
cursos y material especializado en esta modalidad.
Cresta de Salandó desde media altura
Dejamos aparte esta aguja de momento y
me la apunto en el cuaderno del debe, ya que lo que nos espera, la
razón por la que hemos venido, es una intensa aventura.
Esta ruta se puede atacar desde varios
puntos y en ambas direcciones, la más dura y salvaje, es la que
empieza después del puente que salva la autopista A-7 a su paso por
Benicàssim, donde veremos, a la derecha, un pequeño parquin.
Desde aquí empezamos a acercarnos a
nuestro objetivo por una senda bien dibujada que te lleva a un cruce
de caminos con su correspondiente paleta indicadora. Por la izquierda
y siguiendo el barranco de la Comba podemos atacar el emblemático
Aullot ahorrándonos la bellísima, interesante, curiosa, complicada
y difícil primera doble aguja.
Empezamos con un fuerte desnivel
Aunque los agarres son buenos
Si optamos por esta última opción,
nos pasaremos más de dos horas saltando de roca en roca, con
pendientes de vértigo cada uno por donde buenamente pueda, por un
sendero imaginario. Algunas fitas de posición colocadas por
compañeros nuestros ayudan a orientarte pero poco, el gps te ayuda,
pero hay veces que ni por éstas
Pasamos por un agujero
El camino se endurece y...
progresamos por donde se puede
Progresamos a base de intuición y
vamos cogiendo altura con desniveles endemoniados, pero admirando el
salvaje paisaje de areniscas castigadas por la erosión con multitud
de formas imposibles, volúmenes, hendiduras, grietas, desplomes,
pasadizos, huecos...todo aderezado con magníficos pinos ródenos y
vegetación típica mediterránea a la que vas agarrándote como
buenamente puedes, rezando para que no se rompa la rama en la que
estás apoyado.
Los palos de montaña aquí no sirven,
progresas a base de trepas, destrepes, saltos, descuelgues y reptando
al revés: culo a tierra (a roca).
¿sendero?
Festival de colores
Y ahora¿ por donde?
Dos vistas desde la doble mole de la primera aguja
Desde la primera aguja se ve la impresionante cresta que nos espera
¿que nombre le ponemos a esto?
curiosas formaciones.
Raseamos perdiendo un poco de altura y ya vemos engañosamente cerca, el Aullot
Después de descolgarte por una
pendiente abrazado a un árbol; pasar por una repisa colgada en el
vacío, abrazado a otro árbol (benditos ambos) y trepar por unas
losas con un desnivel de película pero con buenos agarres,
llegaremos al Aullot.
Después de la lógica euforia que
experimentas cada vez que haces cima, te entra un poco de vergüenza
ajena al ver la cantidad de pintadas que soporta la misma. Algunos
imbéciles pretenden eternizarse con literaturas tales como: “Aquí
estuvo pepito y juanito el día tal, a tal hora y nos lo pasamos
chupi” y se quedan tan anchos; algunas, incluso, parecen hechas por
clubes de montañísmo y eso si preocupa.
Aún así, es bonito reponer fuerzas en
este punto, ya que tienes tiempo de divisar la magnífica vista de
360 grados que te ofrece esta atalaya.
Desde ella se vislumbra toda la Plana
de Castelló al sur; al Oeste, toda la inmensidad del macizo del
Desierto de las Palmas desde el Bartolo (primera altura) hasta la
Mola del Morico (segunda altura), unidos por una cresta preciosa que
comentaremos otro día. A nuestros pies está Benicàssim y en días
claros, mirando al infinito del mar; las islas Columbretes ( yo nunca
las he podido ver, pero eso dicen); al norte, Oropesa, el parque de
Cabanes-Torreblanca y mi queridísima Sierra de Irta. Una gozada de
paisaje.
Progresaremos metiéndonos en la brecha
atrincherada que separa las dos moles que configuran el Aullot y
bajaremos por otra grieta muy vertical que, si la haces despacio no
hay problema. Yo como llevaba invitados, monté un pasamanos en la
chapa que hay instalada en la pared de la derecha; eso sí,
totalmente recuperable, el último maillon que dejé, algún imberbe
se lo llevó.
Diferentes vistas desde el "Aullot"
Por el barranco de la comba
La primera opción, atacar el Aullot desde el barranc de la Comba, es más way (del inglés, camino)
hay mucha mejor ruta. El barranco de la Comba se recorre por una senda totalmente limpia y, a pesar de ser de piedra suelta, no tienes ningún problema en llegar al desvío hacia la derecha que te lleva directamente al Aullot por un sendero que, a veces se pierde, pero que es muy intuitivo: siempre para arriba. No hay más problemas que alguna trepa sencilla y una losa bastante vertical, equipada con una cuerda, un poco antes de hacer cima.
El Aullot desde el barranc de la Comba
Otro "dedo del diablo"
Por este lado el camino es mucho más fácil, aunque hay un paso equipado con cuerda y una pequeña canal con buenos agarres antes de llegar al Aullot
El primer punto crítico empieza aquí,
en la base del Aullot, el famosísimo TOBOGÁN con mayúsculas. Está
inmediatamente después de bajar la grieta a la derecha, aunque no lo
parezca es por ahí. Se puede evitar bajando, perdiendo altura y
cogiendo un desvío a la derecha; pero hemos venido a hacer el burro
y eso es lo que haremos.
Paso del tobogán
Es una grieta con un desnivel de mil
demonios que rompe la mole del Aullot por su base y que hay que bajar
uno a uno con el culo más pegado a tierra que nunca. Con cuidado que
las mochilas no rocen el techo de la hendidura y que nada nos
desequilibre, porque a la izquierda tienes abismo. Hay que bajar como
a mitad de la brecha y...pasar a la losa de la izquierda que está
colgada en el aire con el mismo desnivel, sacando con mucho cuidado
primero un pie y afianzándolo en dicha losa para hacer punto seguro
de apoyo e inmediatamente después pasar el otro cambiando el cuerpo
de sitio y pegarnos a la roca como una lapa.
Nos dejaremos escurrir por este tobogán
natural hasta un pequeño arbolillo, donde veremos una grieta en el
suelo, que nos indicará el camino para llegar a otra
grieta-atrincherada con otro árbol al que nos abrazaremos y
besaremos si hace falta. Ver vídeo completo al final de la entrada
Como me acompañaba un amigo y tenía
que devolverlo entero y , “casualmente,” llevaba la saca para
barrancos, opté por encordarnos y pasar yo primero asegurado por mi
compañero y por un nudo Machard, auto deslizante unidireccional, que
controlaba la longitud de la cuerda y que, en caso de caída, me
permitiera hacer un rappel de fortuna; toda precaución es poca por
estos lares. Después lo aseguré yo a otra chapa, esta vez sí, con
maillon que hay instalada al final de la enorme losa por la que
acababa de pasar. Gracias al señor o señores que perdieron unos
minutos instalando esta chapa, es muy efectiva
.
Vistas desde la zona de umbría vamos en busca del trampolín
Vista del Aullot ya rebasado, donde se ve la grieta y el tobogán
Zoom de Castellón
A partir de aquí el sendero se hace un
poco mas benigno, sólo tenemos que descolgarnos de la grieta y
recuperar el sendero que se dibuja abajo e ir progresando por esta
zona de umbría. Ya hay más hitos que indican el camino y algunos
trazos de pintura te ayudan a orientarte.
Las hormigas aquí, son gigantes.
Sin darte cuenta llegamos a otra zona
emblemática: El trampolín, la palanca, el dedo del diablo. Lo
llaman de muchas maneras. Ojo que puedes pasarlo de largo. No estaría
demás una paleta indicadora u otra indicación (evitando en la
medida de lo posible la pintura).
Vista atrás , a la derecha la subida al trampolín
Se trata de una espeluznante y enorme
losa de ródeno que sobresale de la cresta algunos metros. El
desnivel que presenta es de vértigo y su acceso parece de ciencia
-ficción. Pero sólo parece, hay un árbol (siempre hay un árbol)
que te ayuda a trepar la mitad del camino, la otra mitad ...pues eso,
pegado a la roca y aprovechando las rugosidades de la misma para ir
agarrándose a cualquier resalte que te ayude a avanzar, siempre
pegado a la roca, siempre.
La satisfacción es máxima cuando
llegas a la punta, es como si hubieras ganado una batalla y de
recompensa las vistas a ambos lados de la cresta. Lo malo es que aquí
los selfies no son efectivos y tiene que bajar alguien hasta el
próximo saliente para hacer la foto de rigor. Bajada en la que te
dejas la mitad de la suela de las botas y la mitad de las posaderas
del pantalón.
Trampolín con un desnivel endiablado
Benicassim
Trampolín y otro impresionante saliente apodado "La Cullera" (La Cuchara)
Continuamos hasta la siguiente aguja
que tiene un agujero en lo alto y mucha gente lo confunde con el paso
de la tortuga e intenta escalarlo. No sé si se puede, yo no lo he
intentado nunca, así que ni idea
Otra aguja
.
Un saliente más
Esta aguja se evita por la derecha
rodeando la base y pasando por un bello puente o túnel de piedra que
armoniza con las caprichosas formas que hay por este entorno, aquí
la erosión hace de artista, como de artista ha hecho el señor que
ha rotulado en su pared un hermoso y profundo poema
esotérico que mucho mejor hubiera
quedado si se lo hubiera tatuado en el culo.
En fin; continuamos.
Las formaciones curiosas se suceden
Precioso paso
Ahora sí; hemos llegado al paso de la
tortuga, de la chimenea, del paritorio, del nacimiento, del parto,
del... el último escollo de esta aventura.
Se trata de un paso con dos trepas
bastante sencillas si te apoyas con tu compañero, son dos paredes de
poco mas de metro y medio sin asideros, así que te tienes que apoyar
en tu acompañante. A continuación un enorme derrumbe con una serie
de bloques de piedra apoyados entre sí de cualquier manera que dejan
un agujero bastante estrecho de algo más de dos metros de longitud
por el que tienes que trepar usando la técnica de la trepa de
chimenea, apoyando espalda y pies, no es tan peligroso como parece,
es tan estrecho que, si haces bien los apoyos, la caída es
improbable, eso sí, los claustrofóbicos aquí se lo pasarían
bastante mal. Al final te encuentras en el techo del túnel dos
chapas con maillon y aro para encordarnos, muy efectivo en descenso,
en ascenso por lo menos puedes asegurar a tu compañero.
Es imposible pasar con mochila, así
que hay que pasarlas de mano en mano o izarlas con una cuerda desde
la instalación que he descrito anteriormente.
Después del Trampolín y La Cullera, nos topamos con esta pared...
Que hay que trepar por esta agujero llamado el paso de la tortuga (La cuerda es mía)
Hay que trepar por oposición: pies-espalda
La izquierda del paso de la tortuga es impracticable
A la salida del paso vemos este espectacular tramo que hemos recorrido
A la salida del túnel hay que trepar
un poquito por encima de él para disfrutar y fotografiar las vistas
de todo el recorrido desde el Aullot a nuestra posición actual.
Desde aquí se ve la magnitud, vistosidad y hermosura del recorrido
que acabamos de realizar. La punta del Aullot con su hendidura basal,
los resaltes, las enormes losas rotas y agrietadas, el trampolín,
los pasadizos entre enormes bloques de arenisca, el terrible desnivel
de todo el recorrido;la belleza que resulta del contraste de la roca
rojiza con el verdor y la grandiosidad de los pinos ródenos, el
silencio, la paz, te encuentras bien contigo mismo y con la
naturaleza. Grandioso. Parece cursi y friqui, pero es así.
Vista atrás de la última aguja
Cresta del Bartolo
Barranco de Miravet desde el collado de las agujas
Zoom del nuevo monasterio
A partir de aquí se hace todo mucho
más sencillo, con el chute de adrenalina aún rondando por tu
cerebro la bajada se hace incluso amena hasta llegar a otro cruce de
caminos con su paleta de posición que te indica dos posibilidades:
Izquierda, un sendero por la umbría del macizo por un perfecto
sendero que te adentra por un excelente bosque de pino y matorral
recorriendo la falda del mismo hasta desembocar en el barranco de
Miravet. O derecha, otro sendero que te lleva al punto de partida por
el llamado barranco de Corvatxos por la vertiente mediterránea, éste
no se muy bien como es porque no lo he utilizado nunca, pero sé que
no hay ningún problema en seguirlo. En el primero continuaremos por
la camino de Miravet hasta llegar a un punto, poco antes de llegar a
la carretera principal, donde veremos una paleta que nos indica:
Benicàssim y Agujas de Santa Águeda; Vamos en dirección a
Benicássim y desembocaremos en el barranc de la Comba que nos
llevará al punto de partida, pasando por un antiguo y curioso antro
(lugar de oración) construido con esta roca de ródeno tan peculiar.
Ultimas vistas bajando al barranco de Miravet.
Conclusión : excelente, fantástica,
única y, sobre todo, espectacular ruta en la que hay momentos que se
te quedan grabados en la memoria a fuego y que nunca olvidarás. En
los pasos complicados hay que tomarse su tiempo y leer bien la escena
en toda su dimensión, sobre todo en apoyos y agarres. Una cuerda de
15-20m. semiestática puede ser de mucha utilidad y un casco de
montaña o de ciclista te libra de muchas rozaduras, golpes,
ramalazos y, en caso de caída menos grave es un seguro. El gps te
sirve a tramos pero como tiene un error de más-menos cuatro metros
(por lo menos el mío el legend etrex de Garmin) a veces es un
problema más que una solución.
Después de la doble primera aguja,
cuando vas de camino al Aullot, te encuentras en lo que parece un
callejón sin salida a pesar de que hay una fita que te indica que el
camino es correcto. Hay que mirar a la izquierda y bajar por una
grieta que parece impracticable pero no lo es porque tiene su árbol
por defecto y, después, te encaramas por la consiguiente repisa que,
también tiene su árbol.
Remarco este punto porque la primera
vez que intenté el Aullot por aquí me encontré este problema y el
gps me indicaba una trepa imposible que casi me cuesta un disgusto.
No hay que ser un atleta para hacer
este recorrido pero hay que estar medianamente preparado físicamente
y mentalmente, sin prisas y sin vértigo.
Me da que pensar cuando veo que hay
gente que pone que este recorrido entero se lo ha hecho en cuatro
horas, a mí me costó seis y me quedé con ganas, yo voy a disfrutar
de la montaña y no ha hacer cronos.
Por último resaltar que una losa de
ródeno seca es como una lima pero mojada es más resbaladiza que el
hielo, es decir que hacerla en días de lluvia es poco menos que un
suicidio y no está de más decir que las instalaciones que se
encuentren en cualquier recorrido están puestas para utilizarlas no
para llevárselas y para escribir tenemos el papel no las rocas ni
las paredes de la montaña.
1 comentario:
Estupendo reportaje Vicent!!! Las Agujas son un verdadero escenario de fuertes sensaciones, con Casiaventurilla asegurada....
Un abrazo
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